miércoles, 30 de diciembre de 2009

lost

¡Lloraré!
Porque tuve algo y lo perdí...
Porque muté, pero no me convertí en una mariposa
[ni siquiera en una negra, mojada y muerta]
Porque me siento más que atrofiada...
Me siento perdida,
sola, confinada al silencio
triste, vacía,
e ilusa...
porque aún conservo la esperanza
de que puedo salir de este pozo
de que puedo volver a ver la luz
y sonreír...
de que tendré algo dentro de mi de nuevo
de que tendré mil razones para cantarle a la vida
de que me podré poner de pie
y caminar
y ¿porqué no?
la esperanza de que ahora sí podré volar.

vivir hasta que la vida nos mate, más

La vida sigue
pero nosotros nos acabamos.
Se acaban las ganas de soñar,
de seguir, de caminar,
de intentar aprender a volar.
Cambiamos y perdemos todo,
¿qué fuimos un día?
la respuesta se desvanece como huellas en la arena
¿qué somos?
el viento se lleva la verdad.
Nos rodea el vacío,
el frío, la incertidumbre,
la ausencia de paz...
Y ante esto se debe llorar,
se debe gritar,
se deben cerrar las cortinas,
se debe caminar sobre espinas,
pero no se debe intentar morir
porque tenemos una responsabilidad
con él, con ella, ¡con algo!
y si estamos vivos,
debemos luchar
hasta que nos consuma
ésa... la vida.

viernes, 18 de diciembre de 2009

De canciones, injusticias y un amor perdido

Escuché esa canción. La canción que siempre nos hacía soñar. Podíamos bailarla una y otra vez sin aburrirnos. Siempre le encontrábamos algo nuevo, aunque fuera un beso. Nos sentíamos, nos respirábamos. Con esa canción realmente volábamos. Esta vez, sonreí. Sonreí y lloré. Esa canción significaba tanto para nosotros y ahora, sólo es dolor. Cualquier cosa que perturbe el dormido recuerdo que de ti tengo, me hace llorar, me hace querer gritar, me hace volver a los tiempos que compartimos juntos y preguntarme ¿qué pasó? Era tan perfecto. ¿Por eso terminó? ¿Por que era demasiado bueno para ser real? Es injusto. Es injusto que te hayas ido. Es injusto que me hayas abandonado. Lo sé, mi amor: también es injusto que hoy todo lo que pueda hacer es pensar en mí y en mi soledad mientras tu yaces frío en esa tumba. Pero la vida es injusta... yo siempre te amaré.

viernes, 4 de diciembre de 2009

a pesar de los cambios

Cómo hemos cambiado, crecido, madurado.
No reímos como antes, ni de los mismos temas.
Hasta nuestras voces son distintas.
El bien y el mal.
Hemos conocido mucho, mucho más.
Nos miramos a los ojos, con complicidad.
Hablamos e intentamos romper la barrera del tiempo,
de las canas y las arrugas, de los malos gestos,
de las ganas que tenemos de que dejemos de cambiar.
Pero la vida es así.
No deberíamos preocuparnos tanto:
al final seguimos siendo los mismos.
Al final cuando te abrace, seguiré llorando,
porque nunca nadie en el mundo me entenderá mejor que tú.
Al final cuando te abrace, seguiré suspirando,
porque me estaré encontrando con otra parte de mi.
Al final cuando te abrace, seguiré orando,
porque aunque el camino nos separe,
siempre me permita volver a encontrarte, y muy feliz.
Los cambios se siguen acumulando,
y nuestras facciones ya no concuerdan,
no se reconocen...
pero nuestras esencias, siempre unidas, siempre gemelas
no tienen memoria
no reconocen el tiempo que ha pasado
ni el cansado camino que ya fue
no saben de cambios, no saben de rencores,
no saben de incomodidad ni de egoísmo
y cuando se encuentran, lloran, ríen, beben, sienten...
siempre iguales, siempre amigas.
¡Te quiero!

A ti.