martes, 30 de marzo de 2010

Imago

¿Quién soy? La pregunta que siempre viene cuando lo demás se va.
No se concentró en su persona, se concentró en las apariencias.
Ahora, cuando la gente a su alrededor se fue, se pregunta,
¿qué debo hacer?, ¿a quién le debo creer?, ¿por dónde he de continuar?
Hay imágenes muy vagas en su cabeza sobre su persona y su pasado.
El piano que apenas puede sonar.
La Gramática Latina cuyas letras no son legibles.
Las metas que no fueron alcanzadas.
Un futuro muy triste y un presente aun peor.
La amiga sonriente que lloraba por dentro.
El hombre perfecto diciendo que no.
El músico atractivo que se va indiferente.
El poeta loco que ya robó cinco suspiros.
El hermano nervioso recostado en la cama.
La luz que hace perfecto el pequeño departamento con suelo de madera.
Mucha gente jugando cartas.
Un beso que rompe con todo lo soñado.
Un beso que hace querer gritar y llorar, porque se es espectador y no protagonista.
El momento de inconsciencia entre dormir y despertar que deja al descubierto el veneno y el antídoto.
El profesor erudito que causa miedo y depresión.
La canción eterna.
La estupidez.
Las ganas de cambiar.
Es cuando regresa la pregunta.
¿A dónde debo ir?
Y se escoge la dirección que causa felicidad, pues la vida ha enseñado que otra cosa no vale la pena.

Y sobra decir que regresa la imagen del músico atractivo y la amiga que sonríe...