domingo, 31 de agosto de 2008

Lo q escribí en derecho; quien diría...

I
No pasa el tiempo; pasa la gente, pasa el día y pasa la noche. Pero no pasa el tiempo.
Somos los mismos día a día, somos los niños, los adolescentes, los padres, los ancianos, los seres, los que son todo y no son nada sino el recuerdo de lo que un día fueron.
Somos la sal y somos la arena. Somos inagotables y nuestro smor es como el fuego que regresa intempestuoso, furtivo del olvido, con fuerza y contra el viento, contra el tiempo que no pasa pero fugaz intenta avanzar.
II
Pasan solas y muy indeseadas, no las vemos, no las sentimos, las dejamos pasar sin desaprovechar cada una de ellas. Son esas horas tan inéditas, tan iguales y tan distintas, rebosan de sueños, mueren de besos, se agota su fuerza y lentas se van.
III
Mis labios buscan besos. Mis besos buscan labios. Mi sol busca tus pasos para volverte a besar. Te quiero contar mis agonías y quizá contagiarte de alegrías, te quiero llevar por dentro, sentir que estamos juntos aunque no lo estemos; quiero conocer lo que hay tras tus ojos y muy dentro de ti... y para eso están los besos. Besos que se integran en tus sueños, tus ganas, tu inspiración y crean más que besos, crean lazos nítidos y vitales, reales, necesarios y bien necesitados. Besos que dan paz.

sábado, 23 de agosto de 2008

hasta cuándo...

¿Cómo puedo ser yo y dejar de ser yo al mismo tiempo?
¿Cómo puedo encontrar el punto exacto?
¿Dónde puedo encontrar respuestas, prudentes, precisas?
¿Dónde y cuándo puedo morir y renacer?
¿Hasta cuándo mi mente y mi espíritu se sentirán liberados, blancos, fuertes, ...?
¿Hasta cuándo?

Me castigo sin quererlo y pienso cosas que ya no quiero pensar,
Canto lo que mi mente cree que los demás quieren oírme cantar.
Pero nadie escucha, y no hablo.
Debo hacerlo, inventar algo...
¿Cómo pasaría todo?
¿Cómo olvidaría todo?
La respuesta está tan cerca
Que casi puedo olerla
Mientras tanto yo no lloro, sólo siento

jueves, 14 de agosto de 2008

Tu me enseñaste

Son líneas, sin soberbia ni vanidad
Y van para ti, inocentemente para ti
Porque tú me enseñaste…

Me enseñaste a escuchar las palabras que mis manos escribían, y a verlas con los ojos cerrados.
Me enseñaste a decir lo que mis manos pensaran, ante cualquier provocación, circunstancia y motivo.
Me enseñaste a gritar dignamente lo que mi alma susurra al resto de mi cuerpo, defendiendo cada idea que de mis labios pasara, siempre y cuando ellos tuvieran la certeza de donde estaban pisando mis pies.
Me enseñaste a deleitarme en cada hora del día, encontrando el momento oportuno para sonreír con gratitud al cielo y mirar con mis ojos cerrados la majestuosidad del silencio perfecto.
Me enseñaste a enseñar y aprender, y eso es el mayor legado que tus sienes han dejado a mis espacios vacíos.
Me enseñaste a dedicar mis más sinceros, profundos y exquisitos pensamientos, por medio de la palabra, una mirada o algún gesto humano que pudiera reflejarlo y por eso, hoy te dedico esto a ti, simplemente porque tú me enseñaste.

miércoles, 13 de agosto de 2008

del archivo superado!

No es extraño verme en ella entre tus brazos
Y esperar sentir tus labios
Cuando te acercas a ella

No es extraño oler tu pelo
Despertando mis deseos
Cuando tu piel despierta los de ella

No es extraño hablarte a veces
Esperando que regreses
Cuando esperas a colgar conmigo para así hablar con ella

Ella
Siempre es ella

La bendita, afortunada
Linda, dulce, bien amada
La princesa de tus sueños
La que siempre esta ahí

No es tu dueña, no es tu ama
Es tu simple niña santa
Tu deseo, tu alegría
De tus sueños es la guía
Y no es extraño que me veas
Mirándome de vez en cuando en ella

Anhelaba solo un beso de tu boca
Pero esto terminó
Ya tus manos la acarician
Ya encontraste un corazón.

No importando que haya terminado,
Estarás por siempre en mí
Sin la misma trascendencia,
Pero al fin y al cabo en mi