Escenas

Amor y dulzura.
Locura y desesperación.
Tres pasos hacia la muerte
Y uno más hacia el dolor.
Tres abrazos al tormento,
Cuatro más a la pasión.
Veinte besos a tus besos:
¡A tu boca una nación!
Cuarenta y nueve pasos a una tumba
Dos pequeñas manos en la cuna
El retroceso del altar
Y un gran verso final.
Vueltas, vueltas, ¡mi cabeza!
Sangre, sangre, ¡mi corazón!
Pues lo que tu amor ha causado
es una revolución
Pues lo que tu amor ha causado
Es dulzura, locura y desesperación.

Renovarse o morir

Es un nuevo siglo, un nuevo año, un nuevo día, un nuevo mundo. Quizás yo no merecía la luz, pero ella está aquí, y me rodea, me inunda. Luz que dice: es un siglo nuevo, un año, un día, una hora, un minuto que nunca antes viví. Me renuevo. Me renuevo y tomo cada oportunidad que se me presenta porque sé que me ayuda a seguir renovándome. Veo todo diferente y ya no sé si es el sol, si son las nubes o si soy yo, pero todo es diferente. Hoy no pude escribir versos de amor. Hoy no pude llorar ausencias. Hoy no pude decir algo simple en palabras ostentosas y solamente dije "adiós". Hoy no creí en el odio, ni en la indiferencia, ni en el pasado. Hoy regalé una sonrisa, mientras el mundo me regalaba la vida en cada rayo de sol. Hoy fui diferente, acercándome más a lo que quiero ser y no a lo que debo ser. Acercándome más al sueño inverosímil de vivir la vida; y lo escribo para creerlo, y lo creo para lograrlo, y lo logro para despertar de un grande y hediondo letargo. Sólo para superarme, sólo para renovarme, porque no estoy lista para morir.

de nuestro encuentro

Me niego a decirte dónde
Y también a decirte cuándo
Sólo te diré a qué hora...
Te diré que será a las tres
Mientras duerman las voces
Y descansen las miradas
Tropezarán nuestros labios
Tímida y casualmente
Y la luz del buen encuentro
Alumbrará la oscuridad
Y el sabor de nuestros besos
Impregnará el silencio
Y seremos uno...
Ahí, dónde tú no sabes
Ese día, que aún no conoces
Pero de la manera más bella
Que te acabo de contar
Pero verás que al vivirla
Te enviciará mucho más

Renaciente

Poco a poco siento como
La parte más débil de mi
Se fortalece como el oro
Olvidando lo senil.
Me veo con los ojos cerrados,
Mi mente está lejos de aquí
Cercana a seres alados
Que me incitan a empezar a vivir;
Vivir, ¡vivir! gran ambrosía
Renaciente mi espíritu está
Tan lleno de lo que más carecía:
Amores y un tanto de paz.
Empiezo tanto en este momento
Que van volando ya mis letras
A escribir alborozados sonetos
De cada experiencia que me espera
Pero ya no escribo más, ni pienso
Suelto la pluma, agarro mis sueños
Mi airoso instante, mi invicto momento
Y me lanzo sin miedo a vivir en el cielo.